De listas va la cosa
- 11 mar 2017
- 2 Min. de lectura

Que no de listillas/os, hemos venido aquí a hacer un artículo no una reivindicación.
Ah, creo que todo aquel que siente pasión por algo, ama hacer cualquier cosa, tiene una lista.

Una lista de cosas que le gustaría hacer, tener, ver, visitar, comprar, compartir, tirar, dejar...
Es eterno, ¿verdad?
Pues bien, yo tengo.
Y no solo una, tengo muchas listas porque... porque soy una persona apasionada (cariño siéntate que nadie te escucha gritando a lo lejos: ¡Y porque no estás bien de la cabeza!), apasionada y todo lo centrada que puedo.

Por ello tengo listas y mil alarmas para mantenerme en esta realidad y no perderme por las tropecientas realidades que me encuentro por mi mente o que directamente crea para mí.
Son funcionales y prácticas y de verdad que eso de poder ir tachando cosas conforme vas cumpliendo tus objetivos...
Ah, es tántrico, mágico, kármico, orgásmico...
¡Ups! Que me he emocionado.
Como decía, tengo una lista de lecturas que nació en mi época de adolescente y que se renueva constantemente aunque reconozco que en los últimos cinco años hay más añadidos que borrados y eso me entristece pues denota una falta de estado anímico para hallar ese libro para ese momento.

También tengo otra de series de televisión, algunas he logrado verlas al fin tras años anotadas, otras aun no he podido empezarlas, otras que se han ido añadiendo, poco a poco, he podido ver algún episodio o me han atrapado.
No podía faltar mi listado de películas (en el videoclub ya no alucinan, saben que he visto casi todo lo que tienen), este es más o menos activo aunque no todo lo que me gustaría (como el resto).
Tal vez no os hable de todo lo que veo en la sección del blog Hablando de... pero es solo porque no es un blog exclusivo de cine, ni de series, ni lo pretendo.
Como muchos de vosotros ya sabéis, siempre digo que el cine es una arte de disfrute colectivo y como tal se ha de poder continuar disfrutando, soy una gran amante de las salas aunque veo y escucho cada vez más quejas que no existirían si cada uno nos limitáramos a disfrutar sí, respetando el divertimento y disfrute ajeno.
Porque lo único que extraiga de todas y cada una de las quejas que me llegan de cinéfilos, lectores y seriéfilos es que se ha perdido la buena costumbre de vivir en comunidad, de ser cívicos para con nosotros mismos y con los demás. Recordad que el respeto empieza en uno mismo.
Vaya, pues parece que al final sí que nos hemos puesto algo reivindicativos...

Respetad, ved y leed mucho.
Entradas recientes
Ver todoHay una creencia muy extendida y que tal vez sea el motivo por el cual se infravalora esta profesión tan antigua como necesaria en la que...