Hablando de... Cazafantasmas
El otro día fui a ver la nueva versión de los Cazafantasmas al cine llevando a mis hijos y, por supuesto, a Mr. Husband, como acompañantes de lujo.
Reconozco que a priori la que tenía más ganas de ver esa película en un principio era yo porque conozco las carreras de las actrices protagonistas (algo sé, tampoco soy la guía Campsa, las páginas amarillas, ni nada por el estilo) y estaba convencida que me lo iba a pasar bien en una película en la que se había reunido tanto talento.
Los peques ni siquiera sabían que iban al cine hasta que no estuvimos casi delante de la taquilla y no les dijimos qué película veríamos hasta que compramos las entradas (sus reacciones fueron lo mejor).
El más pequeño era la primera vez que pisaba un cine, es un momento que no olvidaré en la vida y me alegra que esta haya sido su primera película ante la gran pantalla (que es una de mis aficiones y mis grandes pasiones).
Es cierto que en algún momento se asustó sin embargo en los brazos de Papá y Mamá está el refugio perfecto desde el que reírse de cualquier aparición.
Siendo como era un momento familiar, me reí con ellos y sus comentarios, sus carcajadas, sus risas y sí, también con las partes que les daban miedo. Recuerdo compartir esas miradas cómplices con Mr. Husband por encima de sus cabezas y echarnos a reír.
Hasta aquí el momento bucólico (espero que hayáis escuchado de fondo los violines acompañados del contrabajo igual que yo y que os hayáis imaginado las escenas en tonos sepia o al menos con filtros bonitos de Instagram).
En cuanto a la propia cinta, me he reído mucho.
Igual hay cosas que desde un visionado con una mentalidad adulta no se comprendan bien aunque desde un punto de vista infantil (público al que principalmente está dirigida la película), tienen mucho más sentido del que parece y hace muchísima gracia.
Es más para los adultos que estamos en continuo contacto con niños pequeños, y con la visión que tienen ellos del mundo es entretenida y veremos muchas algunas escenas que podemos vivir con ellos reflejadas en la película.
En cuanto a personajes femeninos, tenemos cuatro variedades de personalidades con un amplio espectro de reacciones en los que cualquier niña se puede ver reflejada (Tengo que decir que mi hija mayor desde que salió de ver esta película, en el desayuno de la mañana siguiente, anunció que cada día dedicaría un rato a hacer experimentos y ahí la tengo metida en la cocina un rato cada día con sus cosas. Además de que los tres hermanos juegan a perseguirse por la casa y cazarse unos a otros cambiando el rol de quién es el fantasma cada vez).
Cuando acabó la película, los peques querían volver a verla y mi hija me pidió el DVD con entusiasmo (a lo que tuve que bajarla de su nube a la realidad comercial actual y decirle que si una película está en cartelera tardará en estar a la venta o en alquiler) aunque no creo que comprendiera muy bien mis explicaciones probablemente se le olvidaron en cuanto salimos de la sala y vieron de nuevo los carteles de las cuatro mujeres Cazantasmas, esas doctoras, trabajadoras, luchadoras, con su equipo a punto para dar caña.
Y confesaré que, secretamente (que quede entre nosotros) yo también espero en candeletas el momento de poder hacerme con una copia del film para mi filmoteca y poder visionarla muchas otras veces, así que os dejo que voy al videoclub a dar la brasa a la pobre dependienta hasta que consiga traer la película o me soborne con los pósteres (solo lo dejo caer por si me está leyendo y cuela).
