Hablando de... Dead Pool
- 11 jun 2016
- 2 Min. de lectura
Madre del humor hermoso, del sarcasmo, las parodias y de todas las cofradías.
Esta película se merece que salgamos en procesión una vez al año y que la vea todo aquel que necesite un poco de chispa en su vida.
Acaba de entrar en el ránking de mis veinte películas de cabecera (Así, sin pasar por la casilla de salida y sin cobrar los veinte mil. Para los de la LOGSE: es un guiño al Monopoly anterior al Euro).
Dead Pool es un no parar de reír desde el minuto cero, y es que ya en los créditos iniciales los guionistas lo han dado todo para que así sea.
La forma en la que han logrado ligar esta historia que, a priori, muy pocos conocían, con el universo Marvel que sí conocemos la ha convertido en el éxito que es.
Además de tener un humor muy gamberro (¿se nota que me ha enamorado?) que hará las delicias del corazón más helado y hueco.
Con decir, que hasta la Familia Adams estaba a carcajada limpia y llorando de la risa…
Por si eso no fuera suficiente tiene una buena dosis de acción y peleas que os subirán la adrenalina y hasta la bilirrubina.
La combinación de todo esto hace que los errores de raccord fácilmente detectables por cualquier ojo, uno los pase por alto con cariño.
Porque sí la cinta tiene sus fallos y sin embargo, te ríes y sabes que ellos se han reído en el rodaje hasta del apuntador.
Incluso de sí mismos y eso, eso, es lo que me ha robado mi pequeño corazón.
Así que si no me veis en un tiempo, ya sabéis donde encontrarme, cosiendo las túnicas de los cofrades en la nueva hermandad.
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